Por Ricardo Troncoso

Con creces, en una lucha a veces desigual, conseguimos que Maciá fuera ejemplo, modelo y norte a seguir por muchas otras comunidades que al igual que esta, antes del 95 estaban en el ostracismo. El sostenimiento de una línea política de acción y evolución es lo que hoy nos trajo hasta acá.
Hoy nos toca un impasse, pero con la experiencia que nos precede de haber conducido por décadas los destinos de nuestra ciudad, queremos pedirle que no miren hacia atrás, que se tomen un momento para elegir pensando en un futuro con iguales o mejores oportunidades. Desde el lugar que nos toque, seguiremos aportando al fortalecimiento de los planes evolutivos, sin detenernos en cuestiones ideológicas que nos aparten del objetivo común que debe ser construir para todos. No se conformen con menos. No resignen bienestar y calidad de vida. El camino es hacia adelante, no hacia atrás.
En este abrazo dejo un sentido agradecimiento a todos aquellos que creen y creyeron en nuestro proyecto. A lo que de alguna manera nos hicieron ver que no éramos su alternativa mejor. Más que nunca con la frente en alto, el orgullo de saber que caminamos en paz sobre lo construido y que dejamos una ciudad pujante, en crecimiento y con un futuro grandioso. Que quienes vengan sean celosos cuidadores de este presente, un pueblo entero así lo demanda. Y si Dios así lo quiere será….hasta la vuelta!