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Deben ir a prisión / En Rosario del Tala se manifestaron en apoyo a policías condenados por la justicia entrerriana

Ludmila Soto, la única mujer policía entre los efectivos condenados, afirmó que el caso "es netamente político". Además habló sobre irregularidades durante el proceso, como así también un "misterioso" cambio de carátula".
Un número importante de personas se manifestaron en la noche de este miércoles frente al edificio de Tribunales de la localidad de Rosario del Tala, para mostrar la disconformidad hacia un fallo de la Justicia que decidió hacer efectiva una condena dictada en 2015 y mandar a prisión a siete policías acusados de haber "torturado", en el año 2012, a dos jóvenes.
La causa, caratulada "Milezzi, Marcelo José; Soto, Ludmila Natalí; Mori, Héctor Leopoldo; Monroy, Claudio Marcelo; Forneron, Gustavo Daniel; Segovia, Pablo Leoncio; Flores Campos, Walter; Magallan, Neri Andrés; Vidal, Rodrigo Sebastián-s/ torturas, privación de la libertad con abuso funcional, vejaciones en actos de servicio y apremios ilegales", tuvo una primera condena en agosto de 2015: el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay, integrado por los jueces Fabián López Moras, Alberto Seró y Mariano Martínez, resolvió, por unanimidad, absolver de culpa y cargo a Walter Flores Campos y Rodrigo Sebastián Vidal, como autores materiales penalmente responsables de los delitos de torturas, privación de la libertad con abuso funcional, vejaciones en actos de servicio y apremios ilegales.
En cambio, a Marcelo José Milezzi, Ludmila Natalí Soto, Héctor Leopoldo Mori, Claudio Marcelo Monroy, Gustavo Daniel Forneron y Neri Andrés Magallán, los declararon autores materiales penalmente responsables de los delitos de torturas en concurso ideal con privación ilegítima de la libertad y vejámenes. Y los condenaron a la pena de ocho años de prisión efectiva e inhabilitación absoluta y perpetua con accesorias legales, manteniendo su libertad hasta que la presente sentencia se torne ejecutable.
Además, absolvieron parcialmente de culpa y cargo a Pablo Leoncio Segovia, jefe de Investigaciones al momento del hecho, por ser coautor material penalmente responsable de los delitos de torturas, privación de la libertad con abuso funcional, vejaciones en actos de servicio y apremios ilegales. De esta manera, recibió la pena de dos años de prisión de cumplimiento condicional.
A los policías condenados, integrantes de la División Investigaciones de la Jefatura Departamental Tala, se les atribuyeron distintos hechos de tortura, privación ilegítima de la libertad y vejámenes, que sucedieron los días 29, 30 y 31 de marzo de 2012, de los cuales fueron víctimas WR y JSR, ambos de menos de 18 años al momento del hecho.
En declaraciones al programa Mediodía de Noticias de Elonce TV, Ludmila Soto, la única mujer policía entre los efectivos condenados, afirmó que el caso "es netamente político" y negó que haya habido torturas o simulacros de fusilamiento. Además habló sobre una serie de irregularidades durante la causa judicial, como así también un repentina y misterioso cambio de carátula.
"Estuve seis años trabajando en la fuerza y vi muchas cosas de parte de la justicia. Esto es netamente político y no me tiembla el pulso en decirlo. Altos cargos políticos tuvieron mucho que ver en esta situación", afirmó Soto.
En tal sentido, contó: "Da la casualidad que nos denuncian en el año 2012, en el 2015 se celebró el juicio en Concepción del Uruguay, el cual ya sabíamos de un primer momento que iba a salir en contra nuestro; fue un año electoral y yo se que hay muchos políticos detrás de esto. No voy a dar nombres, porque son altos cargos políticos los que han respaldado a la gente que nos denunció en su momento".
Consultada sobre las torturas y los supuestos simulacros de fusilamiento a los menores, Soto afirmó: "No es cierto y tampoco hay pruebas".
"Fuimos denunciados por privación ilegítima. Cuando llegamos a Concepción del Uruguay (donde se realizó el juicio), de buenas a primeras y misteriosamente, la carátula se cambia a Torturas", dijo la joven.
Sobre el día donde ocurrieron los supuestos hechos, recordó que "relevé una guardia con mis dos compañeros suboficiales Monroy y Mori y mi guardia fue relevada por la guardia del oficial Fornerón, junto con el suboficial Magallán y suboficial Miletti, quienes en este momento están empezando a cumplir la condena en Gualeguaychú".
"Cuando nos denuncian en el mes de abril de 2012, éramos 10 policías. En su momento se hizo una rueda de reconocimiento y los chicos reconocen a muchos de ellos, los cuales casualmente han sido absueltos", indicó Soto; quien señaló que como la sentencia aún no está firme, "todavía se puede presentar la queja ante la Corte Suprema de la Nación y creo que van a encontrar la cantidad de falencias que hay en la causa".

Fuente: El Once