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Joven de 25 años falleció tras dar a luz en hospital entrerriano: piden justicia

El jueves pasado, Rocío dio a luz a su segundo hijo en el hospital de La Paz. Tras la cesárea, empezó a tener complicaciones y la trasladaron a Paraná donde llegó “prácticamente muerta”. Su madre relató lo ocurrido y pide justicia.
Rocío Cabrera tenía 25 años, era mamá de una nena de 6 años y falleció tras dar a la luz a su segundo hijo en el hospital 9 de Julio, de la ciudad de La Paz.
Sus familiares denuncian que hubo mala praxis. El hecho ocurrió el pasado jueves y desde entonces están esperando que les entreguen el cuerpo para darle cristiana sepultura.
En medio del inmenso dolor por la pérdida de su hija, Verónica Pimentel, habló con el canal El Once y relató lo sucedido, al tiempo que exigió justicia por la muerte de Rocío.
“Mi hija estaba casi a término con su embarazo, ella tenía todos los controles, en el último tiempo, su embarazo era muy grande para su cuerpo y le dije que le preguntara a la doctora si iba a ir a cesárea, pero le dijo que no. El jueves a la mañana fue a control, y como estaba a término, la doctora le rompió la membrana del cuello del útero, le dijo que hiciera reposo y que cuando empezara a sentir dolores fuertes, vaya al hospital para empezar al trabajo de parto. A las 18 me llama para decirme que se iba al hospital y cuando yo llego ya estaba internada porque tenía 6 de dilatación”.
A las 21 de ese mismo día, “le pusieron un goteo. A las 22 seguía sin dilatar y con muchas contracciones. Le aceleraron el goteo, le rompieron la bolsa y le dijeron que iban a esperar porque el bebé no había bajado. La mandaron a caminar, pero la llamaron y le dijeron que la iban a preparar para cirugía. Ella gritaba del dolor, no daba más”.
Pimentel recuerda que le pidió a la doctora esperar un poco para ver si el bebé lograba encajarse, pero le dijeron que no y la llevaron a cesárea. “No me dejaron entrar a la sala. Al rato escuchamos que llora el bebé y después pasa las doctora y nos dice que salió todo bien, que el bebé había pesado 3.600 kilos, pero no nos dio mayores detalles, fue todo muy al pasar”.
“Llevaron el bebé a la pieza, pero a Rocío no la traían, cuando vamos a ver qué pasaba, porque se demoraban, justo la traían en una camilla, ella estaba muy dolorida a pesar de la anestesia. La panza de ella estaba deshinchada y le prendimos el bebé al pecho. Dentro de todo estaba bien”.
Pero a la madrugada, “empezó a tener complicaciones, avisaron a la enfermera y le dijeron que era por la anestesia. Cerca de las 4, la levantan y Rocío pide que llamen a la enfermera porque se sentía mal, pero le dicen que espere porque la enfermera estaba ocupada. Ahí empezó a tener convulsiones. La doctora nunca la fue a ver” durante la noche.
“Para las 6 había entrado en paro y la panza era una pelota gigante. Nadie se ocupó de ella, nadie vio que se estaba hinchando y que estaba teniendo una hemorragia interna. La dejaron tirada como un perro, nadie se encargó de ella y la enfermera no le dio bolilla”, reclamó Pimentel.
“Todos estábamos desesperados y nadie nos daba información. Cuando sale la doctora, me dice que a Rocío le van a hacer una cirugía para parar la hemorragia y poder llevarla a Paraná. No sabíamos en la situación en la que ella estaba. Cuando sale del paro, la llevan a cirugía y empiezan a pedir dadores de sangre. Era una situación muy angustiante”.
Después de la intervención, “que no me explicaron qué era, nos empezamos a poner mal, viene la policía, arman un cordón hasta la ambulancia. Ella ya estaba delicada, y a mitad de camino le empezaron a hacer RCP porque entró en paro de nuevo. En esa situación llegó a Paraná, al hospital donde la estaban esperando”.
“Pasaron tres minutos y viene un doctor que me pide que le cuente lo que pasó. Tras ello me dice que mi hija está en una situación muy delicada y crítica”, relató la madre de Rocío y repite las palabras del profesional: “ella está en un paro y no sé si va a salir, porque vino prácticamente muerta, ya no hay más nada qué hacer”. “Cuando pasé a verla ya no tenía vida, estaba totalmente fría”, mencionó.
El pedido para que entreguen en cuerpo
Pimentel mencionó que ellas regresaron a La Paz y en medio de todo el dolor, “no teníamos novedades del cuerpo; recién al otro día supimos que estaba en Oro Verde y que después lo mandaron a Concordia porque como la muerte está judicializada tenían que hacerlo unos especialistas. Nos tienen a las vueltas, estamos esperando el cuerpo para poder despedirla”.
“Hoy nos pasa a nosotros, pero le ha pasado a mucha gente. En el hospital (de La Paz) no se hacen responsables de nada, no es solamente Rocío, les ha pasado a otras chicas, pero no se hacen las denuncias, se tapan entre médicos y enfermeros”.
“Ayer hicimos una marcha para pedir que nos entreguen el cuerpo o nos den una explicación, hablamos con el Jefe de Policía y con el Fiscal Barbosa que nos dijo que estaba trabajando y que supuestamente a las 17 de este lunes iban a empezar a hacerle la autopsia”.
Finalmente, la mujer sentenció: “Sabemos que no la vamos a ver más, pero esta angustia de esperar nos está matando, necesitamos despedirla y que entiendan mi dolor de madre. Quiero que se haga justicia. Me pasó lo mismo con un nieto, de dos meses, que lo mandaron tarde a Paraná y falleció. Acá pasan muchas cosas y todo se tapa, quiero que lo de Rocío no quede impune, quiero justicia”, remarcó.
Movilización en La Paz y pedido de justicia de la hermana de Rocío


Fuente: El Once