El turismo entrerriano supo adaptarse –con costos accesibles– a la particularidad de un visitante que no reserva, y viaja y llega para buscar precio en el lugar.
La primera quincena finaliza y el sector privado divulgará en las próximas horas el nivel de ocupación y actividad que ha tenido el sector turístico en la provincia de Entre Ríos. Transcurrido ya medio mes de la temporada 2024, hay un cierto alivio en operadores, teniendo en cuenta la perspectiva que había en diciembre, entre incertidumbre y ajustes. Se observó que, el turismo entrerriano supo adaptarse –con costos accesibles– a la particularidad de un visitante que no reserva, y viaja y llega para buscar precio en el lugar.
El presidente de la Cámara Entrerriana de Turismo (CET) Juan Acedo, remarcó que “la particularidad de este verano es que es muy bajo el nivel de reservas porque la gente llega y busca precio. Pensábamos que la respuesta del turistas iba a ser mala en esta temporada, pero la verdad es que dentro de todo lo que es la situación general del país, está respondiendo bien y está viniendo”.
Ese movimiento se observa, sobre todo en las localidades que ofrecen fiestas populares y carnavales, y obviamente termas y parques acuáticos. “Son los destinos que más traccionan en la temporada”, particularizó.
Acerca de la modalidad de no hacer reservas, explicó que por lo general ello sirve para que en base a esos datos el privado se esfuerce para captar más turistas. “Pero hoy –dijo Acedo– el nivel o porcentaje de reservas que nos informan los socios no es relevante porque el turista está viniendo y busca precio en el alojamiento. Tengamos en cuenta que el gasto que genera hoy el combustible es muy superior a lo que era 15 o 20 días atrás. Entonces la gente está cambiando de destinos, buscando alternativas. Por ejemplo aquel entrerriano que siempre iba a la Costa Atlántica hoy decide hacer turismo interno, busca destinos más cortos y el gasto de combustible se reduce muchísimo”.
Lo mismo sucede con las familias o grupos de amigos de otras zonas. Por caso, citó que para gente de Capital Federal o Buenos Aires, que está acostumbrada a vacacionar en la costa Atlántica, “hoy ve mejor la posibilidad de venir a los carnavales de Gualeguaychú, a la fiesta de la playa en Concepción del Uruguay, la fiesta del Lago en Federación. Hay muchas alternativa tentadores y más accesibles en un gasto general de un viaje”, señaló.
Por ello, si bien los datos oficiales de la CET acerca de la ocupación durante la primera quincena se difundirán en las próximas horas, consideró que el movimiento turístico “es aceptable, midiéndolo a nivel nacional” y detalló: “ La semana pasada tuvimos una reunión a nivel cámara de turismos de todo el país, y la verdad que la realidad nuestra no es muy diferente a otras provincias. Mendoza está en niveles similares a los nuestros. Nosotros cerramos la primera semana con un 55% de ocupación y ellos con un 45%. Estamos dentro de los valores generales del turismo del país”.
En cuanto a las particularidades del panorama nacional, amplió y contó que siempre se notaban para esta época del año muchas diferencias entre un destino y otro, y ahora no la hay. “Salvo Ushuaia que tiene una ocupación por encima del 85%, pero ellos tienen programado 350 llegadas de cruceros. Tienen el turismo internacional, pero están preocupados para febrero y marzo”.
O contó lo que sucede con Río Negro, que en su costa atlántica no está teniendo el nivel de ocupación que ellos tenían previsto, pero si para del lado de la cordillera, donde están con mejor ocupación.
“Hoy la gente busca precio, economizar en distancias, los vuelos a grandes destinos no son atractivos por el presupuesto para una familia. Entonces se busca viajar en auto, distancias cortas, ahorro de combustible y alojamiento accesible”, sintetizó Acedo.
En ese sentido, y volviendo a lo que sucede en la provincia, el presidente de la CET apuntó que en Entre Ríos los precios no son para salvarse como en la costa atlántica, que trabajan durante el verano para poder sostenerse el resto del año. “Acá manejamos otras tarifas, sin perder la calidad del servicio”, dijo.
En ese sentido, admitió que la cantidad de pernoctes se redujo: “Veníamos en un promedio de 6 o 7 noches para temporada alta y hoy estimamos que va a cerrar en 3 o 4 noches. Está difícil también de medir porque muchas veces utilizan la salida para pernoctar en dos o tres destinos diferentes y van conociendo.
En cuanto al gasto per cápita, dijo que el empresario está tratando de mantener tarifas. En alojamiento eso es posible, pero en gastronomía hay costos fijos que se incrementaron de nodo abrupto y que se tienen que trasladar si o si a los valores finales.
El desarrollo de las fiestas populares, y el inicio de los carnavales en más localidades, hacen más atractiva la llegada de turistas, a partir de esta segunda quincena.