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Femicidio de Gisela Grispi: el jurado declaró culpable al acusado

El jurado popular declaró culpable a Heraldo Martiarena por el femicidio de su expareja, Gisela Grispi, perpetrado en noviembre de 2020 en Colón.
El jurado popular declaró este martes a Heraldo Martiarena culpable del delito de "Homicidio agravado por el vínculo y por haberse perpetrado mediando violencia de género". en el juicio por el femicidio de Gisela Grispi, ocurrido en noviembre de 2020 en su vivienda de Colón.
El veredicto se conoció al término del debate en el Salón del Bicentenario, de esa ciudad, mientras que la audiencia de cesura, en la que las partes darán sus alegatos antes de conocerse la pena, se fijó para el 23 de junio próximo, a las 9, en el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay.
El debate, que comenzó el viernes pasado, fue presidido por el juez técnico Rubén Chaia, en tanto que el Ministerio Público Fiscal estuvo representado por el fiscal Alejandro Perroud, mientras que la defensa del imputado la ejerció el abogado José Ostolaza.
Martiarena, que cumple prisión preventiva en la Unidad Penal N° 1 de Paraná, fue sometido a juicio por el femicidio de Gisela Gispi, ocurrida en noviembre de 2020 en su vivienda de Colón.
os 12 ciudadanos y ciudadanas que integran el jurado popular en Colón tuvieron la difícil tarea de resolver si el hombre es culpable o no culpable, ante un caso intrincado. Fueron tres jornadas de un juicio intenso con una veintena de testigos.
La Fiscalía había sostenido que a Gisela Grispi la asesinó su expareja Heraldo Maritrena. La defensa planteó que ni siquiera se sabe si la mujer sufrió una muerte fue violenta.
Grispi murió a los 39 años en su vivienda de calle Rufino Mir, en noviembre de 2020. Pasaron varios días hasta que un vecino y policías encontraron el cuerpo en avanzado estado de descomposición, por lo cual la autopsia no pudo concluir si la mataron, ni tampoco descartarlo. Sin embargo, varios indicios fueron apuntando las sospechas sobre su expareja, con quien estuvo la noche de la muerte en su casa.

La madre de Gisela, oriunda de Buenos Aires, dijo que había recibido mensajes desde el celular de su hija que claramente no eran escritos por ella. Como la llamaba y no se podía comunicar, le pidió a un vecino que fuera a la casa de Gisela a ver qué pasaba. Este hombre observó por la ventana un cuerpo en el suelo y llamó a la Policía, que ingresó y se encontró con la escena del crimen.