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Alumnos promueven en Entre Ríos la ley de Electrodependientes

Conexión de Vida se llama el proyecto con el que chicos de una escuela de General Racedo, departamento Diamante, fueron elegidos para participar en el Senado Juvenil.
De las 23 provincias argentinas, hay solo cinco que no adhirieron a la Ley nacional Nº 27.351 de Electrodependientes –reglamentada a mediados de 2017 por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE)–, entre las que se encuentran Entre Ríos, Tierra del Fuego, La Rioja, San Juan y Jujuy.
Si bien hay una resolución del Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE) que establece una tarifa diferencial para los electrodependientes entrerrianos que implica una reducción en el costo del servicio, las boletas que le llegan a muchos usuarios suman cifras exorbitantes debido a un mayor consumo, que es inevitable en el caso de quienes necesitan estar conectados a algún dispositivo que funcione con este tipo de energía para vivir.
A partir de una nota periodística publicada a principios de marzo, un grupo de estudiantes de 3° año de la escuela Nº 13 Almafuerte, de General Racedo, se sensibilizaron con la problemática y elaboraron un proyecto para presentar en la instancia departamental del Senado Juvenil y la semana pasada fueron seleccionados para participar en la provincial.
Fabricio Martínez, el rector, contó con orgullo que a raíz del caso de Milagros, una nena electrodependiente de la zona, presentaron en el Senado Juvenil un proyecto de ley al que denominaron Conexión de Vida, y resultaron seleccionados por el Departamento Diamante para pasar a la instancia provincial. “Son alumnos de 3° año y participó el curso completo, pero estuvieron en el Senado representándonos los estudiantes Mariángeles Díaz, Ignacio Fernández y Melany Stieben, y la profesora a cargo del proyecto es Mariela Quindt”, comentó Martínez.
Asimismo, explicó: “El objetivo que promueve nuestro proyecto es garantizar el derecho a la salud integral de las personas que son electrodependientes”.
El texto con los fundamentos que redactaron los chicos expresa, entre otras cuestiones: “La presentación consiste en exceptuar del cobro de la tarifa eléctrica a aquellos hogares en los que reside un electrodependiente, a fin de no afectarlo en un eventual corte de la corriente por falta de pago. Vale aclarar que no se trata de la gratuidad del servicio, sino de un reintegro del costo consumido al titular del domicilio en el que habita un electrodependiente, trasladando el pago al Estado nacional, provincial o municipal”.
A su vez, señalan: “El costo de la tarifa eléctrica que paga un usuario en la Argentina se conforma por cuatro componentes, a saber: a) costo mayorista, ítem subsidiado por el Estado nacional; b) el transporte; c) la distribución (o VAD, Valor Agregado de Distribución), el costo varía en las distintas jurisdicciones porque es determinado por cada autoridad provincial, y; d) la tasa municipal y los impuestos, también determinados por cada provincia y la Nación. De un relevamiento realizado en medios periodísticos y de la consulta dentro del ámbito educativo, tanto a nuestras familias como la de los docentes, se estableció que el consumo promedio mensual de electricidad de una familia tipo es de 350 Kw/h”. En este marco, detallaron que los equipos que son utilizados por cuestiones de salud tienen un consumo superior, tales como un concentrador de oxígeno usado para una fibrosis pulmonar; una bomba de alimentación; un nebulizador ultrasónico; entre otros.
“Hay personas que necesitan de la electricidad para vivir, pero no como cualquier consumidor de servicios en una sociedad moderna en el que un apagón deja sin posibilidad de cocinar, alumbrarse o conservar alimentos. Con esta idea nos referimos a personas que necesitan de la electricidad al estar conectadas a una máquina, porque de no ser así morirían en poco tiempo. Personas cuya factura eléctrica se ve multiplicada”.
Fuente: UNO