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El primer acto de Urribarri tras conocerse sus pretensiones

El ex gobernador tuvo su primer encuentro con dirigentes luego de que se revelara sus intenciones de pelear por otro mandato. Las presencias y ausencias.
La visita de Mercedes Marcó del Pont y Carlos Heller a Rosario del Tala sirvió para poner en escena lo que puede llegar a tener Sergio Urribarri en las batallas que ha anunciado. La primera: encabezar un proyecto político en el marco de la interna y bajo el paraguas de Cristina Kirchner y la escudería Unidad Ciudadana. La otra: frenar el proyecto de ley por el que Gustavo Bordet quiere recuperar la potestad de fijar la fecha de elecciones y adelantar el cronograma electoral. Lo de este sábado fue el primer encuentro con dirigentes luego de que se revelara las intenciones de pelear por un tercer mandato.
A Tala llegaron Blanca Osuna, César Garcilazo, Eduardo Jourdan, Daniel Pavón, Faustino Schiavoni, Claudia Vallori, César Aldaz, Hugo Vilhen, Miguel Pelandino y Lautaro Gervasoni. De los diputados estuvieron Marcelo Bisogni, Leticia Angerosa, Silvio Valenzuela, Gustavo Guzmán y Daniel Koch. ¿Son estas las espadas parlamentarias de Urribarri? Pedro Báez no estuvo, porque a esa misma hora se reunía con su agrupación Luche y Vuelve para organizar la visita de Axel Killilof, el próximo sábado en Paraná. Ángel Vázquez, raro, no estuvo. María Elena Tassitro era una de las pocas que estaba invitada y no fue. A lo demás no se les cursó invitación, alegaron desde la organización.
El marco en Tala, como suele ocurrir ante las convocatorias kirchneristas, tuvo a militantes sueltos. Es un poco la misma fotografía que se vio en las visitas de Daniel Filmus, Hebe de Bonaffini o Mario Wainfeld, entre otras. Urribarri no era habitué de esas veladas. Tampoco se había constituído el colectivo “Hay 2019”.
La figura que llegó, se acomodó atrás y llamó la atención es la de Eduardo Lauritto. El intendente de Concepción del Uruguay es un eterno candidato a algo que finalmente no se concreta y si se concreta no asume. Su presencia, seguramente, haya respondido a una invitación de Julio Solanas y a la máxima que repite siempre: “yo voy a donde me invitan”. Estuvo en la última visita de Agustín Rossi.
En la mesa de los invitados estuvo Urribarri como anfitrión, Solanas y Juan Manuel Huss. Fue el ex intendente de Paraná quien tuvo el discurso más político. El faltazo lo pegó Jorge Barreto, que lamentó días atrás, la noticia de las pretensiones del ex gobernador.
Esto recién empieza. Queda un debate jurídico constitucional. Pero también una reforma política que se trabó y de la que depende buena parte de toda esta historia. Propios y extraños comenzaron a dejar correr una hipótesis: que el urribarrismo plantee una reforma que habilite la doble candidatura. De esa manera Urribarri pretenda presentarse para la Gobernación y para diputado, que sería el cargo más factible y que le conviene por sus problemas judiciales. Habladurías de pasillos, pero corren.