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Ricardo Troncoso: “Quiero ser gobernador de Entre Ríos, y no es un sueño”

El diputado provincial por el radicalismo reconoce su interés para el 2019 y considera que los entrerrianos están “fatigados” tras 15 años de gobierno peronista.
Ya están los carteles con su nombre como candidato a gobernador, pegados en toda la provincia, lo que ha confirmado en el abanico electoral del próximo año una decisión ya tomada. Relajado, Ricardo Troncoso, se acomoda en uno de los sillones de su despacho legislativo; tras la sesión de rigor que ilustrará esta nota, llama al fotógrafo y con una sonrisa desliza "la foto de la próxima entrevista puede llegar a ser en un escritorio sobre calle Córdoba, aludiendo al ala de la Gobernación en Casa Gris”.
En diálogo con UNO ENTRE RIOS, el diputado radical con marcada llegada a Rogelio Frigerio admite que quiere ser gobernador y considera que la provincia “entró en un proceso de chatura, en un estado casi al borde de la nostalgia, del desánimo constante y de vivir sobre lo que alguna vez fue Entre Ríos. Cuando uno en política entra a orientar la conversación sobre lo que fue, es porque ya no puede desafiar el futuro”.
-¿Cambiemos podrá romper esta hegemonía de gobernadores peronistas en el 2019?
Quiero que los entrerrianos se animen a dar un salto de cambio y en gran parte ya lo hemos dado. Tenemos que hacernos cargos de nuestro pasado y de este presente, en segundo lugar no hacer carroña de la situación y en tercer lugar, los políticos tenemos que tener más cuidado porque lo que se promete se debe cumplir.
-¿Cree que hoy los entrerrianos están fatigados?
Sí. Hay que tener siempre la sensación de que el secreto de la democracia es la alternancia y alguien se está preparando con una propuesta mejor. Los resultados electorales te dan votos de confianza pero no eternidad. Acá hay que construir un proyecto
-¿Y usted como vive ese panorama?
Tengo que ser sincero, yo celebro los triunfos nacionales pero tengo un poquito de desazón porque hace muchos años que no podemos festejar un triunfo construido por nosotros fronteras adentro. Los que piensan que el triunfo de Cambiemos nos arrastra a un triunfo en Entre Ríos, se equivocan de cabo a rabo. A los entrerrianos hay que enamorarlos de nuevo y decirles que vale la pena bajarse de ese tren, aún por las cosas buenas que los votaron al principio y que vale la pena cambiar. Si dejamos de lado las apetencias personales políticamente, si entendemos los reclamos que importan a los diferentes sectores que componen nuestra sociedad, creo que se nos abre una puerta.
-¿Le gustaría encabezar el proyecto Cambiemos en la provincia?
A mí me gustaría gobernar Entre Ríos, lo que no quiero es ser candidato para cumplir. No me interesan las candidaturas, resultado de la necesidad y urgencia electoral. Fui una sola vez precandidato a vicegobernador cuando el radicalismo tenía todo en contra. En ese momento me preparé para afrontar una crucial situación y lo hice con toda la responsabilidad que imponía la hora. Hoy la situación cambió y el radicalismo tiene que entender que esta es otra Entre Ríos, no la de 15 o más años atrás. Tengo el anhelo de que Entre Ríos vuelva a ocupar el lugar que tuvo, pero hay que ver que quiere la gente. Soy el primero en entender eso. Camino por la calle y percibo que es lo que pasa. Por eso he decidido ser candidato a gobernador.
-¿En sus recorridas provinciales, qué percibe?
Un grado de confianza y de aliento. Me siento con mucha responsabilidad y con la capacidad de no defraudar a nadie, pero no me como la cancha. Uno con los años gana en serenidad para ver las cosas y en la cabeza tenés un chip cargado de experiencia, de pasado, de presente, de situaciones similares y como se reaccionó.
-¿Cuánto ha influido su experiencia como legislador e intendente en esta decisión de ser candidato a la gobernación?
El municipalismo es algo que me apasiona y con la función legislativa trato de imprimirle una dinámica propia y de eso he forjado en décadas una experiencia que se refleja en Maciá, mi lugar en el mundo. Hemos sido administradores y gestores como tal vez en ningún otro punto de la provincia se haya dado. Producción, seguridad, salud, hábitat, desarrollo social, educación, cultura, cero desocupación, son grandes cartas de presentación de cómo se puede gobernar con mayúsculas
-¿Cómo ve la gente hoy a Cambiemos?
Hemos comenzado en un lento camino de revalorización, en término de una decisión que tomó el país. La conjunción de Cambiemos frenó la afirmación del populismo. Se venía la degradación de la democracia. Del 2006 en adelante, el kirchnerismo fue una confusión brutal: esconder estadísticas, esconder inflación y encerrarnos frente al mundo. Mantener el relato no tenía precio, todo valía y eso se pagó muy fuerte. En ese contexto el radicalismo no le alcanzaba para llegar a gobernar. No se había terminado de elaborar y procesar en su vínculo con la sociedad, la crisis del 2001. Porque es una crisis que solo el tiempo va a procesar. El radicalismo le dio gobernabilidad a Cambiemos.
-Algunos entienden que el radicalismo ha sido absorbido por el PRO…
Nadie absorbe a quien no se deja absorber. El radicalismo tiene que mirarse en su propio espejo y preguntarse: “que hicimos nosotros en la vida. Que somos como fuerza política”. El radicalismo gobernó poco pero hizo dos contribuciones muy grandes en la historia, cuyo resultado fue tan bueno como decisivo en la vida institucional argentina. Con Yrigoyen fue el voto y con Alfonsín la transición democrática y en esta provincia la lista de transformaciones y contribuciones es enorme. Esos temores o malas interpretaciones van a disiparse cuando el radicalismo entienda que su competencia no es con el PRO sino con el mismo.
-¿Cuáles serían las 5 primeras medidas a tomar como gobernador?
En primer lugar hay que reducir potencialmente en un gran porcentaje el gasto político. En este tema, mi valor primordial es la austeridad. La plata tiene que ir en cada peso que se ahorra a saldar la deuda de la infraestructura educativa, a mejorar los hospitales, a garantizar las obras necesarias para que la inversión productiva sea una realidad. Hay que entender que no hay más margen para aumentar impuestos, pero sí hay espacio para optimizar gastos, como lo es la reducción del gasto político.
La salud es otro de los grandes temas a priorizar. La realidad de la salud pública nos demanda una gestión que pasa por equipar con tecnología y recursos humanos a los centros asistenciales que funcionan en la provincia. Muchas veces lo ideal no pasa por construir un edificio, lo que vale la pena en equipar con tecnología, que haya ambulancias pero también insumos, enfermeras y médicos para que a la gente no se le vaya la vida esperando en una guardia.
También en educación hay que establecer una política educativa en serio, con mesas de diálogo y trabajo todo el año. Es necesario convocar a todos los sectores y hablo también de toda la comunidad educativa. A los docentes que están en las aulas, las familias, entendiendo que la prioridad no somos los adultos sino los chicos que van a las escuelas públicas. También creo que debemos darnos una discusión sobre los contenidos. Hoy no solamente tenemos problemas para que los chicos terminen la secundaria, sino que a aquellos que la terminan les cuesta ingresar al terciario y a la universidad. Es importante poder elegir. Quiero para todos los chicos de esta provincia que puedan elegir lo que quieran ser, que desplieguen su talento.
Generar inversiones también es fundamental en una provincia ordenada y potencialmente rica, generar mayor seguridad a los sectores de la producción, poder transportar de manera eficiente y mejorar la conectividad entre las diferentes localidades. La obra vial es de las más importantes, es la que nos devuelve un poco la confianza, es no sólo un cartel, es ver las máquinas trabajando y saber que la plata no se va en corrupción, termina en asfalto y es trabajo para miles de entrerrianos.
La seguridad continúa al frente de los reclamos sociales. Este tema no tiene respuestas urgentes, pero sí necesidades urgentes. Pelear contra mafias y el narcotráfico es una tarea que lleva tiempo resolver, lo que se construyó de manera casi perversa conviviendo con el delito durante muchos años no se puede cambiar de un día para otro pero sí hay que continuar lo que se hace bien, desplegar nuevas herramientas de control y ser severos en la materia
-¿Qué tipo de escenario es el que se viene?
En política es fundamental anticiparse a lo que va a pasar. El gradualismo es difícil conciliarlo por la impaciencia social y más ahora que venimos del populismo y de un país de ficción. Creo que viene una agenda más pesada. Hay interrogantes que resolver. Tenemos un déficit alto que no se puede financiar con endeudamiento. En la última elección la economía no le pagó al gobierno electoralmente. Acá hay gente que tenía el voto decidido y tenía algo en mente: no volver atrás, aún sin aplaudir al gobierno. Se vienen tiempos de cruciales definiciones, es la hora de juntar todos los actores e interpretar el papel que nos reclama la sociedad, la transparencia, las nuevas ideas de transformación, el trabajo codo a codo con la gente y menos verso y más respuestas.
Publicó: Diario UNO (Edición gráfica)