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La Iglesia pidió perdón pero evitó referirse a las víctimas

El Arzobispado emitió un escueto comunicado. Sostuvo que colaborará con la Justicia, pese a que en el juicio haya hecho lo contrario. Evitó hablar de las víctimas
El Arzobispado de Paraná emitió un comunicado este miércoles por la tarde, luego de conocerse la histórica sentencia de 25 años de prisiónpara Juan Diego Escobar Gaviria, cura encontrado culpable de abusos de menores y corrupción agravada.

En una escueta misiva, la jerarquía eclesiástica pidió perdón pero evitó hablarle a las víctimas del sacerdote, que fueron al menos cuatro -existe una quinta denuncia que comenzará a investigarse-, a la vez que remarcó que los delitos aberrantes cometidos por el religioso "sacuden a la conciencia humana".
En otro apartado el Arzobispado indicó que se encuentra dispuesto a colaborar con la Justicia en los procesos en contra de sacerdotes. Asimismo cabe destacar que no lo hizo en el juicio contra Escobar Gaviria, donde por ejemplo de la mano de su principal figura, Juan Alberto Puiggari, obvió un pedido de información sobre Alfredo Nicola, cura de Oro Verde que fue llamado a declarar en el marco del proceso, aunque finalmente no prestó testimonio.
 Este es el comunicado completo emitido por el Arzobispado de Paraná                                                   
Con la sentencia en primera instancia contra el P. Juan Diego Escobar Gaviria dada a conocer en el día de hoy, la Iglesia en Paraná enfrenta un hecho muy doloroso: la condena de un ministro por uno de los delitos que, con justicia, sacuden la conciencia humana.
Rechazamos con energía este grave delito, y nos llenamos de vergüenza y de dolor cada vez que uno de nuestros sacerdotes es acusado de perpetrarlo.
Pedimos humildemente perdón por el dolor que situaciones como ésta causan al Pueblo de Dios y a toda la sociedad humana. Al mismo tiempo, y más allá del ulterior resultado de otras instancias del proceso que hoy está transcurriendo, renovamos nuestra disposición a colaborar en cuanto nos sea posible con la justicia en el esclarecimiento de los hechos y en la sanación de las heridas provocadas, así como en un cuidado siempre mayor sobre la calidad de nuestros ambientes, en bien sobre todo de las personas más vulnerables.
Que la misericordia de Dios, única capaz de restaurar las heridas y de brindar siempre un horizonte de esperanza, nos inspire para poder ser instrumentos de purificación y reconciliación en medio las dificultades que hoy padecemos.