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Ex convencionales entrerrianos recuerdan la reforma del '94

Alasino, Busti y Parente, tres entrerrianos que protagonizaron la reforma constitucional de 1994, recuerdan al ex presidente Alfonsín como la figura del hecho histórico. Actualidad de los once representantes que tuvo Entre Ríos.

Los peronistas Augusto Alasino y Jorge Busti y el radical Rodolfo Parente, coincidieron en rescatar al expresidente Raúl Alfonsín como la figura central de la Convención Constituyente de 1994, que en Paraná y Santa Fe reformó la Constitución Nacional. Consultados, los tres exconvencionales evocan el hecho histórico del que se cumple este mes 20 años. 

Alasino: "poco a poco la Constitución se va a imponer" 
Para Alasino, la reforma “colmó las expectativas” y tuvo como “gran artífice” al ex presidente Raúl Alfonsín. Cree que el Pacto de Olivos que el líder radical firmó con el entonces presidente Carlos Menem “se reivindicó con la Constitución, que dio el resultado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del Consejo de la Magistratura, de los tratados internacionales de derechos humanos en la Constitución, de los recursos naturales en manos de la provincia, del Ministerio Público como órgano extrapoder, de haber establecido los nuevos derechos”. 

“La Constitución es resultado de la sagacidad de Alfonsín, de su inteligencia y sobre todo de su paciencia para escuchar a la sarta de nabos que veían solamente la reelección y no se daban cuenta que podríamos haber sacado igual la reforma”, afirma quien presidió el bloque del oficialismo. 
A juicio de Alasino, la Constitución reformada 20 años atrás “se va imponiendo lentamente”, debido a que “hay algunas instituciones que todavía no son de estilo en Argentina, como el jefe de gabinete”. 

El por entonces hombre fuerte del menemismo, evalúa hoy que el debate que se dio en las deliberaciones “fue de un alto nivel”, dado que “tuvimos la suerte que la gente fuera lo suficientemente inteligente como para no darnos toda la mayoría a nosotros y repartir bien las responsabilidades, poniendo una diversidad importante en el cuerpo de la constituyente. Eso hizo que a poco tiempo de andar se trabajara bien, con confianza”. 

“Poco a poco la Constitución se va a imponer y creo que poco a poco lo va haciendo, inclusive rompiendo algunas de las tradiciones políticas sobre la que la Constitución va a contrapelo. Por ejemplo, creo que la Constitución ha armado un sistema no diría parlamentario, pero más cerca de la democracia parlamentaria que de la presidencialista de los Estados Unidos. Además la Constitución es fundamentalmente antidiscriminatoria y, por ejemplo, el matrimonio igualitario es una consecuencia directa de eso”. 

En el plano personal, Alasino rescata que la Convención le permitió conocer a Alfonsín, con quien “tomábamos mates todas las mañanas, porque nuestros despachos se comunicaban por un pasillito”. 

“Una vez –recuerda– vinieron a hacernos lobby los de Clarín para que no pusiéramos en la Constitución la fórmula del Pacto de San José de Costa Rica, que dice que la información debe ser adecuada y veraz. Primero lo fueron a ver a él y le dijo, porque era un tipo muy rápido, que no tenía problemas, pero que los que definían eran la mayoría. Entonces vienen a verme y Alfonsín me avisa rápido: mire ahí van los de Clarín a bajar lo de información, no ceda, no ceda. Y no cedimos”. 

“Eso debe ser motivo para que los jueces lo interpreten cuando tengan el coraje suficiente: cómo debe ser la información que debemos consumir, veraz, cierta y adecuada a los hechos que la producen”, señala. 

Parente: "nadie puede hacerse el distraído por lo que no se cumplió" 
A juicio de Parente, en cambio, las expectativas que había generado la reforma “no se cumplieron en lo más mínimo”, ya que “el objetivo que se tuvo en cuenta era mucho más ambicioso que el resultado que tenemos”. 

“El acotamiento de las facultades del Poder Ejecutivo que significaba la creación de la Jefatura de Gabinete de Ministros y la limitación para la emisión de decretos de necesidad y urgencia, entre otras cosas, lo que produjo fue una presencia esporádica del jefe de gabinete en el Congreso y una manía del Ejecutivo en sancionar DNU en lugar de verse limitado por ellos”, observa. 

“En cuanto al federalismo de concertación que fue el planteo que se hizo con mas fuerza, pasó todo lo contrario: no hay una ley de coparticipación, las provincias no tienen determinado cuánto es lo que van a recibir y dependen de las generosidad, entre comillas, del Ejecutivo nacional”, lamenta. 
Como positivo incluye todo lo que significa la ampliación de derechos, los tratados internacionales que “permitieron un avance sustantivo” y la autonomía del régimen municipal, aunque “tampoco significa mucho si los recursos los maneja discrecionalmente el Poder Ejecutivo”. 

El balance, no obstante, es positivo para Parente porque al haber consagrado constitucionalmente los derechos de los consumidores, la defensa del medio ambiente, el habeas corpus, el habeas data y el amparo con rango constitucional “el ciudadano tiene muchas más herramientas y las ha utilizado exitosamente gracias a la reforma” en, por ejemplo, la lucha contra el corralito. 

“Lamentablemente hubo dos errores: la demora del Congreso en sancionar las leyes reglamentarias que estaban en los anexos y la falta de vocación de quienes ejercieron el Ejecutivo en tomarse en serio el mandato constitucional”. En tal sentido, evaluó que “lo único que le interesaba a los Kirchner era lograr la provincialización de los recursos naturales”. 

El dirigente de Diamante recuerda que la Constitución reformada “fue jurada por la totalidad de los convencionales, de manera que nadie puede hacerse el distraído respecto a lo que no se cumplió”. 

Naturalmente, el radical considera que la tarea de Alfonsín fue “fundamental a los efectos de garantizar el éxito de la Convención”. 

“Llegamos a la convención en un marco de un escepticismo generalizado donde todo el mundo creía que nosotros íbamos a levantar la mano para garantizar la reelección a Menem y que no iba a salir absolutamente nada de lo que se había acordado tratar. Sin embargo, todo lo importante se trató”, remarca. 

Busti: "la reforma fue buena" 
“Más allá del pacto de Olivos que fue muy atacado en su momento, yo creo que la reforma fue buena en cuanto al producto conceptual que se hizo y además en cuanto a la diversidad de expresiones políticas que participaron”, evalúa Busti. 

“Como defensor del federalismo y los intereses de las provincias, el sabor amargo que a uno le queda es que nunca se cumplió lo prescripto respecto de una nueva ley de coparticipación que plasmara las inquietudes de la provincia. Esto nunca se pudo hacer, por la forma en que se hizo, de ley convenio, que lo tornó muy difícil, ya que requiere el aval de todas las legislaturas provinciales”, lamenta. 

No obstante, rescata el hecho de que haya quedado claramente establecido una sola reelección, la participación de un senador por la minoría, el mejor funcionamiento de las cámaras y avances importantes en el reconocimiento de derechos del consumidor y la incorporación de todos los acuerdos internacionales de derechos humanos. 

“Como hombre de Entre Ríos y del interior me queda el sabor amargo que, a 20 años, no se incorporó un nuevo sistema de coparticipación. Pero fue un ámbito donde se permitió un rico debate político entre fuerzas distintas y creo que si bien hoy son otros los problemas, desde el punto de vista institucional creo que fue un avance importante”, avalúa Busti. 

En el plano personal, el exgobernador peronista rescata: “Nunca vi una persona que habiendo sido presidente de la Nación y en las circunstancias históricas que le tocó, trabajara tanto y que estuviera permanentemente en la biblioteca de la Facultad de Derecho estudiando. Alguna vez habría que hacerle un homenaje a Raúl Alfonsín por haber sido un hombre tan estudioso para la convención constituyente. Cada vez que hablaba dejaba una posición medulosa, con profundidad. Su participación fue fundamental”. 

“Yo no tuve un protagonismo fuerte, era intendente, tenía que venir de Concordia, no tenía un papel protagónico. De cualquier manera, en el plano personal recuerdo que en determinado momento se intentó insertar a través de cláusulas transitorias la reelección de los gobernadores y esto fue motivo de discusión, pero era una invasión al derecho público provincial que no podía ser y felizmente no prosperó”, recuerda, según publicó El Diario.