El día martes 05/01/2010 alrededor de las 23:30 , y luego de mas de una hora de amenazantes refucilos y relámpagos y estremecedores truenos, sobre la capital del Tango, se desató con una descomunal furia. Nunca antes vivida.
Era la primera vez que ocurría algo semejante en la tranquila localidad ubicada en centro del territorio entrerriano.
Chapas, que volaban como si fueran pedazos de papel. El suministro de agua quedó interrumpido. Toda la ciudad se quedó sin energía eléctrica.
También el servicio de telefonía móvil de dos empresas que allí operan, se vió afectado debido a que una antena de 88 mts de altura, ubicada en pleno centro de la ciudad, colapsó de forma abrupta, a raíz de los fuertes vientos que producían el paso del fenómeno.
La sede del Club Atlético Rosario Tala, sufrió daños de cuantisimo valor económico.
A esa hora, nadie sabia lo que había ocurrido, pero al amanecer se encontraron con un desolador panorama. Parecía que Rosario del Tala había sido bombardeada.
Innumerables árboles, postes de electricidad y de teléfonos se habían caído o tumbado y muchos al borde de caer.
Innumerables árboles, postes de electricidad y de teléfonos se habían caído o tumbado y muchos al borde de caer.
La pesadilla, solo duró alrededor de siete minutos, que parecieron eternos, narraban los testigos de aquel espantoso momento padecido en visperas de reyes.
Sin embargo, lo MÁS IMPORTANTE, que a pesar de los costosos daños materiales, TODOS, ABSOLUTAMENTE TODOS (más de 10 mil habitantes), gracias a DIOS, RESULTARON ILESOS.