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Probation para una oftalmóloga por mala praxis

Afiliados al PAMI perdieron su visión tras ser operados de cataratas. Alejandra Desio, directora del Instituto Oftalmológico Castroviejo, realizará tareas comunitarias y una reparación económica.
El juez Jorge Barbagelata dispuso la suspensión del juicio a prueba para una oftalmóloga paranaense en una causa iniciada por la obra social nacional a raíz de una mala praxis que derivó en una pérdida de la visión para ocho pacientes.
Se trata de Alejandra Desio, directora del Instituto Oftalmológico Castroviejo, que estaba acusada por el delito de lesiones graves culposas en perjuicio de ocho adultos mayores que sufrieron severos daños en la visión tras ser intervenidos por una cirugía de cataratas en la clínica privada de Paraná.
La profesional fue beneficiada con la probation y deberá cumplir tareas comunitarias a favor de una institución de bien público de la provincia de Buenos Aires, tal como lo acordó su defensor con el fiscal Gervasio Labriola.
Desio acordó el pago de 20.000 pesos en concepto de reparación a seis víctimas y cumplirá tareas comunitarias durante dos años a beneficio de la fundación “Santa Rafaela María”, en Beccar. En cuanto a las otras dos víctimas, se arribó a un acuerdo por la vía de la mediación civil.
La propuesta, en este caso, es para cumplir 96 horas anuales de tareas no remuneradas colaborando en la atención de chicos en situación de riesgo social, a quienes la fundación les brinda un hogar, educación integral y contención. “Ella considera que está en condiciones de proveer un mayor aporte social en esta fundación, porque su familia está radicada en la Ciudad de Buenos Aires y también ellos contribuirían en la contención de esos chicos a través de actividades deportivas, recreativas y científicas”, acotó el defensor Jorge Legascue en la audiencia ante el juez.
El fiscal aclaró además que la oftalmóloga podrá seguir ejerciendo su profesión.
El caso se remonta al 7 de mayo de 2015. En la denuncia se consignó que en las horas posteriores a ser tratados en el instituto, los pacientes comenzaron a sufrir una serie de trastornos, tales como inflamación severa y pérdida total de la visión en el ojo producto de una infección producida por una bacteria.
Dos días después, los adultos mayores fueron sometidos a una cirugía de urgencia con el objetivo de frenar el avance del microorganismo. Las intervenciones fueron realizadas por un cirujano que viajó especialmente desde Buenos Aires.
Una pericia realizada por profesionales del Departamento Médico del Superior Tribunal de Justicia (STJ) detectó una disminución estable y grave de la visión en ocho pacientes que habían sido atendidos por la directora del instituto. En todos los casos se constató una infección por una bacteria que afectó la visión de los pacientes.